Tolerancia parcial

La gente sencilla, que quizás no estudió tanto, que se levanta antes que el sol y se acuesta con la luna a pleno, esas personas que saben muy bien lo que es el calor y el frío; aquellas personas que siempre tienen un plato más para quien llega de visita; los que saben qu e no lo pueden todo, y son agradecidos con lo que la tierra provee, han dado una lección de respeto y modales. Espero que ellos sean los primeros y no los únicos. En la ciudad, nosotros, cegados por el buenismo y la corrección política estamos permitiendo atropellos mucho más graves, esperando que un político o un artista nos salve. La gente del campo sabe que cuando algo es inminente, hay que hacer algo, ellos no pueden esperar una resolución durante un huracán, cuando las sequías azotan los campos, o cuando el agua se lleva a los animales que con dedicación cuidan a diario. Sí, matan ellos mismos a los animales para comérselos, y mucho cuidado con faltar el respeto a la comida, porque saben lo que vale y cuesta el sustento diario. Los veganos que se creen, se "autoperciben" como "revolucionarios idealistas" no tienen la más mínima idea de lo que cuesta lo que reciben. Ni saben de aquellos países en los que por 35 euros puede comprarse un niño para que trabaje en plantaciones de chocolate o stevia hasta morir, sin derecho a huelga ni a peticionar. Ni se imaginan la antidad de gente que muere a diario, y la delincuencia que hay relacionada directa o indirectamente para que ellos se fumen su cigarro vegano, que tanto adoran.
Quien sabe de trabajo, sabe de respeto. Los tradicionalistas de la rural se merecen el respeto que nosotros no supimos defender, y que ahora, gracias a su ejemplo, deberíamos comenzar a resguardar y revindicar.Si la vida de un cerdo o un caballo es importante, tanto lo es también la de los niños que todavía no han emergido del vientre materno.

Lo curioso es que una de las que irrumpieron en la exposición rural defiende la vida de un "ser sintiente", como lo es cualquier animal, pero no le preocupa que se mate a un congénere, alguien de su propia especie, y al parecer hay más personas con esa dicotómica postura.

Sería bueno que del mismo modo que los militantes veganos exigen respeto, respeten la libertad del prójimo, y si defienden a los animales, que no busquen la matanza de niños humanos.