La militancia política y las oportunidades pasajeras

Año 2011. En Argentina, año de elecciones. Comienzan a aparecer los grandes héroes con sus grandes oportunidades. Surgen expertos y estilos de pensamiento; todos ellos aseguran que estarán en el trono después de los comicios.
Todos quieren tenerte en su Equipo, argumentando que han preparado para tí poder, influencia, cargo, notoriedad, y tantas cosas que que pueden parecerte una gran oportunidad.
"Ven a servirnos... si ganamos, gobernarás con nosotros"
Aseguran tener plataformas eficientes y un poder de convocatoria récord. Se habla en nombre de una gran organización, se promete acción y militancia, pero nadie aparece.
Es por eso que en Área 54 decidimos abrir un espacio democrático para el debate, sin banderas. Queremos saber qué es lo que realmente la gente quiere, más allá de lo que otros dicen que la gente quiere.
Decida usted, amigo lector, a quién votaría. Investigue, analice, no compre por impulso.
Colocar un presidente en un país es más fácil que vender un auto. Usted decide quién es la persona que lo representará por los próximos años que dure su mandato, y será su responsabilidad. Un presidente, en Argentina, tiene casi 40 millones de jefes, distribuídos por todo el país. Usted es uno de sus jefes; USTED MANDA, no el candidato que nosotros le vendamos.
Por favor, no se deje engañar, y si pertenece a algún partido u organización política, revise la misión y la ideología del mismo. Más allá de lo que pregone cualquier partido, en tú intimidad, mi amigo, mi hermano, están tus valores, y tus valores regirán el destino de tu amado país.
VOTÁ CON LA CONCIENCIA, CON AMOR Y CON RESPONSABILIDAD.

Este año decidís vos. Hacelo bien, y luego vigilá que tu representante cumpla con su deber.

Veinte años no es nada


















Era el mes de Noviembre, y hacía ya un mes que había cumplido los nueve años de edad. Fuí al Kiosco a hacer unas compras y ví algo que me lamó la atención: un juguete muy sencillo, pero que yo quería tener. Eran unos binoculares plegables con forma de balón de Fútbol Soccer. Realmente lo quería. Siendo un niño, lo comenté con la familia, y nada. Decidí dar un paso más.
Llegó Diciembre, y con él vino el árbol de Navidad. Había escuchado eso de la carta a Papá Noel y entonces me puse manos a la obra. Yo sabía que habría posibilidades para mí si escribía mis deseos en un papel y lo colocaba debajo del Arbolito.
Tomé un lápiz y un pequeño papel. Con letra pequeña escribí mi lista de deseos, que luego coloqué debajo del árbol con suma discreción. ¡Demasiada discreción, porque no obtuve nada! Ninguno de mis deseos se había cumplido pasado el 25 de diciembre.
Fuí hasta el árbol, y me deshice de las lista, decidido a no creer más en esas tonterías.
"Papá Noel sólo visita a los hogares en donde alguien tiene trabajo", "los reyes son los padres, pero no se enteran de lo que queremos" o "esas fantasías son para la gente que puede pagarlas" eran cosas que yo decía a menudo. Ya me había rendido, cuando no ví más ese juguete en el Kiosco ni en ningún otro lado.
Esa experiencia me había enseñado que pocas cosas eran posibles, pero por alguna razón yo seguía queriendo e intentando conseguir lo que me proponía.
Llegué a la adolescencia, y ya el juguete imposible de menos de un dólar no existía ni siquiera en mi memoria. Comencé a descubrir muchas cosas, como por ejemplo la música. Descubrí música extraña, diferente y exótica, que me gustó mucho. Quería hacer ese tipo de música, y lanzar al mercado mi primer álbum.
Otra cosa no lograda, y así muchas fueron sucediéndose sin lograrse.
Pero.. ¿cómo le hacen los otros para tener todo lo que quieren? buenos y malos por igual, el sol sale para todos ¿por qué yo no lo veo?
Pasaron varios años, miles de vivencias y algunos de mis sueños, aletargados, seguían en lo más oculto. Por miedo o vergüenza no los comentaba, para no quedar como un mentiroso.
De todos modos me dí a la tarea de investigar por qué hay gente que logra y gente que no. Pedí perdón, perdoné, me acepté tal y como soy, dejé de prejuzgar, me centré en las soluciones y no en los problemas, trabajé, invertí, emprendí. Fracasé muchas veces hasta que un día decidí cambiar;  ya no quería fracasar más. Analizando mi vida con fría lógica entendí que había agotado la cuota de fracasos disponible para toda una vida, que ya no había más para fracasar, se había terminado mi reserva de fracasos.
Después me dí cuenta también que éxito o fracaso son formas de ver la vida, que se presenta tal y como es, y nosotros la juzgamos tales y cuales somos. En algún momento la dirección de los acontecimientos cambió; no sé exactamente cuándo fué, pero sus consecuencias fueron visibles. Las cosas comenzaron a ir mejor a medida que iba dejando de lamentarme, y eso me daba un aliento más para seguir haciendo. Todo el universo cambió su rumbo, a mi favor, en la medida en que me volvía más sensato y humilde, y mi autoestima subía hasta los niveles aceptables.
Un pequeño logro. Alegría. Otro logro. Otra alegría. Un día se me ocurrió agradecer lo que había recibido, y las cosas mejoraron explosivamente. A medida que sigo agradeciendo continúo teniendo más y mejores y mucho más grandes motivos para estar agradecido. Se me ocurrió que la gratitud sincera es un imán para la abundancia, pero me quedé más que corto: la gratitud te lleva hacia un mundo maravilloso en donde todo funciona a la perfección. No importa cuánto tiempo haya pasado desde que te atreviste a tener alguna esperanza. Busca, investiga, explora... y cuando encuentres algo que lo valga,  AGRADECE, y todo el tiempo perdido se convertirá en sólo un instante. Te lo digo por experiencia: pasaron diez años desde que quise tener listo mi álbum, pero lo tengo; se llama REVELACIÓN 2K10.
Cuando reconoces y agradeces lo que la vida te brinda, las cosas se dan mucho más rápido, pero es posible que recibas agradables sorpresas después de muchos años de haber olvidado lo que no pudiste conseguir.
Hace unos días fuí a comprar un poco de hielo, que es un insumo necesario en un nuevo emprendimiento, que retomé después de nueve años (¡otro logro!) Lo más sorprendente de todo, es que ví una caja con unos rezagos de oferta, que se estaban liquidando. Mientras esperaba mi turno revolvía con curiosidad dentro de la caja, para pasar el tiempo. Ví algo con forma de balón de fútbol, lo tomé para ver qué era, y  ví que tenía un orificio con una lente en su interior... "esto se parece a... algo que recuerdo de niño". Lo abrí y... es... ¡LA PELOTA BINOCULAR!!!! ¡Ya la había olvidado! tuve que tenerla en mis manos para darme cuenta de que todo es posible. Es la muestra más sólida y candente de que estaba equivocado, que por más que el tiempo pase obtienes lo que siembras, que todo lo que esos idiotas soñadores dicen... es cierto.
Ahora llevo mi pelotita a todos lados. La uso para ver lo que está lejos, y aunque no entrega una imagen de excelente calidad,  igualmente está bien. Es un símbolo para mí, y un recordatorio evidente y vívido de que sí se puede.
Pasaron veinte años, pero tuve lo que quería. Hoy quiero todo lo que tengo y lo agradezco, y si hay algo que todavía no tengo o no soy, sé que sólo será por un tiempo.
Te deseo lo mejor. Si algo tarda, ten paciencia, que veinte años no es nada, cuando al final lo consigues.



La hora de la VERDAD

EN ESTA OCASIÓN VAMOS A MENCIONARTE EL GRAN SECRETO DE NUESTRO ÉXITO:












Quizás te habrás preguntado cómo es que tan rápidamente y de la nada, logramos estar tan presentes en el Internet y con tanta facilidad.
En primer lugar, la mayor parte del mérito es de USTEDES,  porque por más vueltas que le demos, hay que admitir que sin la aceptación del público, no se puede crecer como medio de comunicación.
Segundo, La Fe: esa fuerza que te impulsa a llegar a donde otros temen aventurarse. La fe, y sobretodo, en quién se deposita esa fe, es algo clave para poder estar en paz contigo mismo y los demás.
Tercero, utilizar las técnicas y herramientas adecuadas: ahí entra de lleno la mecánica de la promoción.
Hay muchas cosas que se ofrecen por ahí para ganar dinero, dar a conocer tu producto o servicio o posicionarte en buscadores, de hecho existen miles.
Comenzamos a aplicar los consejos que nos dió gente que se dedica a promocionar por Internet, y qué es lo que realmente ve un buscador o un motor de búsqueda.  sabiendo eso lo demás es muy fácil: los carteles tienen que ser de un color visible para el observador, sea este un hombre o una máquina.
En la columna lateral derecha de este Blog encontrarás una imagen como ésta:

Infórmate aquí


Allí encontrarás principalmente lo necesario para saber cómo ganar dinero con la Web. Una vez afiliado (si es que te interesa todo esto, si no, déjalo),  sigue investigando y aprendiendo, porque después se pone mejor, cuando comienzas a ser un experto en automatizar tus ganancias. Si como nosotros, ya tienes algo hecho por Internet, es aún mejor para promocionar efectivamente tu producto o servicio. Mira las capturas de pantalla al principio del artículo; no son trucos ni casualidades. Te invito a que no nos creas. Usa el buscador y obsérvalo tú mismo.

Nunca tengas miedo al Éxito, a la Abundancia o a la Riqueza. No son cosas malas, por el contrario, son bendiciones disponibles para quienes la deseen, y si deseas que esas cosas sean duraderas, te recomendamos que establezcas un código de honor en tus actividades. Si tienes a alguien superior que te guía, como un dios o algo parecido, es muy bueno que te acerques y aceptes con humildad su ayuda. Esa clase de seres no están para castigar cada error, si estudias un poco verás que los más grandes siempre supieron que el error es factible y se centran en las soluciones, en darte lo mejor, porque su amor es más grande que todos los defectos juntos.

En resumen: una mezcla de fe con inteligencia. Si no las tienes adquiérelas, y si eso no es posible, rodéate de gente que las posea, pero por ningún pretexto permitas que nada te robe tus esperanzas. En lo más profundo de tí están todavía esos sueños de la infancia, esperando, esperando, y esperando, a que algún día tomes el valor de abrirles la puerta para ir a jugar. Dales cobijo, aliméntalos, y ellos harán lo mismo contigo; estarán a tu servicio, para que tú puedas estar al servicio de los que amas.

La Joroba Fugitiva

Cuenta la historia, que había un niño que tenía un pequeño defecto: no sabía sostener erguido correctamente su cuerpo, "mens sana in corpore retorcido", le decían sus familiares más directos, en un intento por corregir su forma de andar.
Este niño caminaba muy encorvado,por lo que su familia lo intentaba todo para para enderezarlo: gritos, amenazas, mochilas cargadas de grandes piedras... ¡hasta lo llevaron al médico! pero nada de esto funcionó.
"Este niño adoptó una mala postura" -dijo el Doctor, en un alarde de inteligencia que denotaba sus largos años de estudio.
Sí, doctor -dijo la madre del niño- lo traje porque camina torcido ¿Qué tiene?.
"Hombros caídos y pecho de pollo" -dijo el Médico.

"Hombros Caídos y Pecho de Pollo" Las dos más malditas construcciones del lenguaje, palabras terriblemente molestas y asesinas, que se pronunciaban cada vez que el niño cometía un error, palabras que se disparaban mucho más rápido en la familia del niño que su propio nombre. ¿Cómo hacen para recordar esas frases con tanta facilidad???
Hacer ejercicios especiales, avisar a los docentes de su necesidad especial, ¡insultante basura que de nada servía! -¡No quiero que me digan más "pecho de pollo"! ¡Es todo lo que necesito! Su alma gritaba pero nadie escuchaba.
Con el tiempo el niño creció, y la moda familiar del "pecho de pollo" ya había caducado en el olvido, pero la incipiente y molesta joroba seguía allí, inmutable, como en un cuento de Allan Poe.
Este niño tuvo que aceptar su fatal destino: vivir el resto de su vida con una joroba, que según sus padres, crecería más y más...
Vivió su vida olvidándose del asunto, hasta que veía casualmente su imagen reflejada en alguna superficie brilante, causándole ese rechazo casi involuntario de sí mismo.
Pasaron los años, y  ya la joroba aunque seguía presente, había perdido la capacidad de causar tremendos estragos en la autoestima; sólo era una leve molestia estética, que seguía con él aún en su adultez.
Pasaron los años y el niño se convirtió en hombre, luego en padre y luego en empresario. Comenó a observar aquellas cosas de su vida que lo hacían muy feliz, y entonces... pasó lo que era imposible: 
¡PERDONÓ A SU JOROBA!
Tantos años de inútiles peleas habían llegado a su fin; estaba en paz con su cuerpo y su alma; la joroba ya no molestaba, y nadie más hablaba de ella, ni siquiera en las nostálgicas charlas de las cenas familiares; parecía que la joroba ya no existiese.
El jorobado ya no tenía en cuenta la joroba, y hacía su vida. Al cabo de unos años, comenzó a tener problemas para descansar; se levantaba de la cama con fuertes dolores en su espalda. ¿era el momento de comprar un nuevo colchón? ¿Su esposa lo incomodaba? Este hombre seguía tratando de descubrir qué le ocurría a su espalda, sin saber cuál era la respuesta que le traería una solución.
Una mañana la respuesta apareció en el reflejo de una vitrina que  estaba a su izquierda, a la que vió por casualidad. La causa de sus dolores, que habían hecho de las suyas durante varias semanas, era...
¡La joroba! ¡Había desaparecido! ¿Cómo pudo ser posible? Ahora camina derecho. No sabe cómo es que esto ha ocurrido, lo único que sabe es que hubo un "algo", una "fuerza" o un "como se llame" que logró amplificar su sonrisa, saber que sí se puede, que no existe nada imposible, ni siquiera lo que llamamos "milagro", y que más allá de las convicciones y/o creencias de cada uno, las cosas suceden; podemos aceptarlas o negarlas, pero ocurren.
Dios, Buda, Alá, Nadie, o quien sea "eso" que hace por ti lo que tú no puedes, siempre tiene algo para tí; no sé por qué o para qué lo hace, no entiendo cuáles son sus planes o sus motivaciones; dicen que es por Amor. Por el amor se hacen a diario muchas locuras y actos de heroísmo. yo te deseo que el amor toque a tu puerta y sea tu huésped de honor, que charle y baile contigo, que sea tu confidente más íntimo y tu defensor más valiente, y que pase tanto tiempo contigo que no se distinga cuál es la diferencia entre el Amor y tú, y si se cruza en tu camino, dile de mi parte que estaré agradecido por siempre, porque se ha llevado mi joroba.

¡GRACIAS!

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